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domingo, 30 de enero de 2011

Pequeñas Consideraciones: El viaje en Autobús

Muchos nombres recibe este común y no siempre distinguido medio de transporte popular .
Algunos le llaman colectivo, otros Ómnibus, quizá Autobús en los países vecinos y tradicionalmente conservadores y puristas (al menos con algunas formas del idioma).
Aquí colocamos remoquetes pegajosos (dulce ironía para la palabra "Remoquete") como "linche", "Cebollero", "Buseta", "chiva", "Buseto", "cheto"(imagino debe haber más) y todo para referirnos a ese típico y metódico ritual de tomar el Autobús para transportarnos de un lugar a otro.

Pero, ¿Logramos darnos cuenta de lo interesante que puede ser viajar en Bus (autobús, ómnibus, colectivo)?

¿Valoramos toda la gama de sensaciones que se desprenden de pasar por la registradora del vehículo y encontrarse de repente en un mundo en el que operan leyes que corresponden a otra dimensión del peatón?

(El lector debería hacer uso de alguna banda sonora en este momento)

Tomar el Bus es un acto de fe, es asumir un contrato a regañadientes con alguien que no nos mira a los ojos cuando se cierra el trato en el momento de la transacción.
Estoy seguro que muchas veces todos sentimos dolor de estómago (o cualquier tipo de dolor) cuando sacamos las monedas que cubren el valor del pasaje y las entregamos con resignación al chofer. La aventura apenas comienza

No podría decir que que morfología del chofer corresponda estadísticamente a algun estereotipo o a alguna de esas coincidencias imposibles pero ciertas, como de que "no hay guitarrista bonita".
Por que choferes hay muchos, vienen en diferentes presentaciones.
Sin embargo casi que puedo asegurar que la mayoria escuchamos "chofer de bus" e imaginamos una barriga de dimensiones astronomicas, alimentada diariamente con vitamina "ch" -chorizo, chicharrón, chicha, etc- y con al menos una canasta de cerveza por semana.

Es cierto, es entrar en otra dimensión y la historia no se pone interesante aún.
Recuerdo un comentario de algun extranjero y sus impresiones sobre el transporte público en nuestro país, al menos en nuestra ciudad (por que viajar en flota es como viajar en chiva pero con aire acondicionado y dvd), y se expresaba al respecto:

"Viajar en Bus en Bogotá es como entrar en una película de HollyWood. Tienes que correr tras el autobús para subirte a él en movimiento. Debes tener reflejos felinos para anticipar los carteristas, las curvas tomadas a toda velocidad y Nervios de acero para soportar las carreras que entre conductores competitivos se desarrollan a lo largo de la ruta.

Como para neutralizar un explosivo debes timbrar antes de tu parada, esperar a que la puerta se abra y aún en movimiento saltar del mismo para caer precisamenteen el punto exacto, como si una extracción de rescate estuviera a punto de realizarse."

domingo, 23 de enero de 2011

Pesadillas

Jadeante, noctámbulo
sudoroso entre el espanto que interrumpe
Balbuceando crepitante, casi con espumarajos
Con espasmos

Así han tomado forma algunas noches
esas en las que la suerte de mi narcosis me abandona
esas en las que el viento susurra tu nombre
y se pierde en el eco del deseo o del reloj

Jadeante, noctámbulo
Apelando apenas a la fuerza del orgullo para mantenerse de pie
Resistiendo el olor de la siesta, del crepúsculo
condenado a ser vampiro en huelga de hambre

Así serán algunas noches
esas cuya forma y agenda iré adoptando
esas en las que el viento susurre tu nombre
hasta que no haya eco que retumbe y el sonido se pierda en la distancia.

jueves, 20 de enero de 2011

Tengo apenas 5 minutos

Sí!!! Efectivamente. La presión del tiempo, la angustia del reloj hace que sea muchísimo más difícil comunicar varias de las ideas que me asaltan por sorpresa.
Por primera vez, luego de una corta conversación con una amiga por medio de estas formas tan impersonales de comunicación, caí en cuenta de cuan egoísta puedo ser y cuán justificable resulta dicho egoismo bajo el amparo del arte en sí. Todo sucedió luego de la última Entrada "¿Máxima?. ¡Respuesta!". De forma sincera, llanamente me dijo "No te entiendo" a lo que respondí "Nunca lo haces".
"Precisamente" contestó. Mi reacción fue de desconcierto. Quiero decir, no esperaba que alguien lo hiciera pero comprendo la importancia de hacerme entender en la medida en que si no me entienden... ¿Quién me leería?.

Sin embargo me parece más preocupante entrar a razonar como los aficionados a la música erudita, quienes se preocupan en sumo grado por entender al compositor o al interprete.

Aaron Copland citó de Tchaikovsky al decir "A veces la música es solo música" dando a entender que, bajo ciertas circunstancias, tratar de comprender las razones por las que el artista compone, escribe, dibuja o hace realidad su obra resulta irrelevante de algún modo.

Creo con una convicción ferrea que cada obra goza de la privilegiada posición de tener una legión de significados. En mi caso, apenas nueve quienes son mis lectores más asiduos.

Justamente reivindico el propósito de mi blog con esta nota.
No pretendo dar opiniones absolutas, no pretendo dar mensajes de vida revolucionarios.
Pretendo decir lo que se me antoje, me tiene sin cuidado que mi lector entienda o no las razones que impulsan mis textos. Con que estos sean claros y pueda establecer algun tipo de conexión con quien me lee será más que suficiente.

Me pasé de tiempo. Lean y no pregunten... a veces solo es necesario entregarse al "le plaisir de text" y sacar lo que nos convenga.
Nos vemos!

martes, 18 de enero de 2011

¿Máxima?. ¡Respuesta!

‎"Yo me creía capaz de apurar la copa de la cólera, pero en las heces me detuvo un sabor no esperado, el misterioso y casi terrible sabor de la felicidad". Borges.

"En mi caso la esperanza me abriga aunque mis ojos no se han detenido en el misterio, pero ruego todos los días porque dicho entresijo me acaricie y mi lengua saboree todo el terror de la felicidad." Rodrigo Flórez