No hay Tango

Creo darme cuenta como contener cien mil suspiros
Cuando tu piel transpira un tango y vuelve a mí con cada aire del pesado bandoneón
Creo darme cuenta que tu tacto quema en cada giro
Cuando al compás iridiscente de tus piernas me derrito entre tus muslos y tus zapatos de tacón

Bebo cada sorbo en melodía, en un suspiro hondo y sin escalas
Apenas uno de cien mil que descansa al filo de tu boca desgastada
Que arde de pasión y traga arpegios y nubes y espadas
De la nada se hace humo y me trago a bocanadas ese nudo que reposa en el mesón

Voy de viaje en tu vestido, me deslizo en un envión de seda negra transparente
Y poco a poco me declaro en una bancarrota de palabras
Osado, loco y desesperado me entrego al amparo que alguna vez brindó la sombra de tu beso
Y el elixir puro del deseo se fue secando en un engaño árido y fatal

Es así como huyo en cada nube y en tu sonrisa desdibujo lunas y soles
Es así como pierdo el equilibrio con cada estrella hidrogenada
Y me pierdo dando tumbos, callando y bailando en cada callejón
Es así como marcho aprisa entre tus curvas y te escapas nuevamente de mi pobre corazón.